SITUACIÓN EN AMÉRICA LATINA

Posted by Vanessa Vivas Valencia on 4:09 a. m.
El mundo es cada vez más corporativo, es decir, ya no se habla en función de países sino de empresas, y es en este contexto, en el cual ha adquirido gran importancia el término de Responsabilidad Social Empresarial.

Las empresas de ahora, tienen una responsabilidad extendida que genera impacto social. La cadena de valor se rige por normas e iniciativas que van encaminadas a mejorar las condiciones en las que productor, cliente y proveedor se relacionan entre sí. Por lo tanto, es interesante que hoy en día se aborde el tema del cooperativismo como un nuevo modelo económico encaminado a trazar nuevas líneas de interacción entre empresarios, clientes y comunidades.

Para José Manuel Figueroa, Director del Área de Desarrollo Directivo y Recursos Humanos de la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER), el liderazgo sostenible y su rol como dinamizador de estrategias que buscan consolidar proyectos, basando siempre sus acciones en la ética y la conciencia social, serán los grandes triunfadores en el panorama empresarial: “El éxito de hace algunos años hoy es considerado como irresponsabilidad”.

Ahora bien, al analizar la situación de la responsabilidad social y ambiental de las empresas en Latinoamérica, se observa una realidad económica y social muy distinta. Las prácticas empresariales responsables han sufrido una evolución desde la filantropía empresarial más tradicional pasando por la ciudadanía corporativa hasta llegar a los comportamientos responsables como parte de la estrategia empresarial desde la óptica de América Latina. El continente ha despertado con respecto a la RSE, si bien es cierto que otras regiones del mundo se encuentran por delante y que América Latina, independientemente del nivel de su desarrollo económico,se encuentra más rezagada. En la mayoría de los casos las empresas que destacan son las más grandes y entre éstas sobresalen las que reciben instrucciones de su casa matriz. Con respecto a las Pymes, llevan a cabo prácticas responsables de forma natural (por su cercanía a los grupos de interés, a las comunidades y a los problemas sociales y ambientales de las mismas) pero en la mayoría de los casos son responsables de forma poco sistemática.